Mirando por mi viejo espacio del msn (sí, me aburro mucho) me encontré esto. No recuerdo de donde lo saqué ni quien lo escribió (yo no, seamos sinceros xD) pero me gusta un montón.
Aquella Noche… Se me pone la piel de gallina al recordar aquellos sonidos que emitía tu garganta cada vez que me acercaba a tu cuerpo. Era una noche fría y dentro de mi cuarto se podía sentir el soplo de un viento indomable que helaba la sangre, pero aquello no era de importancia porque allí estabas tu, impasible respecto al paso del tiempo, tan gélida al parecer pero tan cálida al tacto. La sala estaba oscura, sólamente la iluminaba el leve resplandor de la luz que emitía el reproductor de música. Me acerqué poco a poco y empecé a percibir su mirada penetrante acariciando mi cuerpo. Ella estaba tumbada en mi cama, arropada por unas finas sábanas que estilizaban su cuerpo hasta hacerlo casi divino. Léntamente mi alma iba acercándose a su corazón, emitiendo gemidos de desesperanza por la larga espera a la que estaba siendo sometido. Ella siguió examinando mis movimientos dibujando sonrisas en el cielo estrellado. Ya no me importaba la mirada de la luna y de las sombras, porque allí solo estaba el angel de mis sueños. Pasaron los minutos y yo cada vez estaba más cerca. Comencé a sentir su respiración agitada y su corazón latiendo rápido. Al son de los segundos alcancé su boca y rozándola con la mia empecé a fundirme en su alma. Aquellos ojos marrones no dejaban de mirarme y de encadenarme a el mundo inmaterial. Su pelo me ataba a la almohada con una fuerza colosal y sus finos movimientos danzaban sobre mi cuerpo provocandome lágrimas de felicidad. Fué la noche más larga y más corta de mi vida… y en aquella cama la noche tembló.
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